jueves, 11 de octubre de 2012

Por fin, el cine

Siempre basándonos en que nuestros ojos “tienen memoria”, si sustituimos el papel que hemos utilizado en la práctica del zoótropo por uno transparente, nuestros dibujos por fotografías y proyectamos un foco de luz a través de ellos haciéndolos pasar rápidamente, veremos imagenes reales moverse proyectadas sobre una pared: el cine.















Tenemos que dejar muy claro que el cine es el final de un largo proceso. Sin ingenios como la cámara oscura (s. XVI), la linterna mágica (s. XVII), el descubrimiento del fenómeno de persistencia retiniana, juguetes ópticos como el zoótropo, el descubrimiento de la fotografía, el kinetoscopio y otros muchos, el cinematógrafo de los hermanos Lumière (1895) no existiría. 

Algunos los hemos visto en clase, otros no; si teneis curiosidad os adjunto el siguiente enlace: http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/cineprecine.htm


El cine, un espectáculo de feria.





¿Qué tipo de películas eran aquellas primeras proyecciones?, como vimos en clase, eran películas que reproducían la vida real: la salida de los obreros de la fábrica, el niño que come, la llegada de un tren a una estación,... 

No había argumento, la cámara rodaba siempre fija en un punto, sin cambiar el encuadre. (Era un cine muy parecido al teatro, ya que lo único que se movían eran los personajes).

Ubicación del antiguo Teatro Apolo. 
Lugar donde se produjo la primera proyección cinematográfica en nuestra ciudad, el 10 de septiembre de 1896.
















En aquel tiempo, a la audiencia le resultaba asombroso ver moverse a una persona en la pantalla y sólo por eso pagaba. Era una atracción, se anunciaba como la última maravilla del siglo XIX y primera del siglo XX, formaba parte de sesiones de payasos, malabaristas, se proyectaba en barracas de feria.

En un momento en que todo lo que se filmaba eran escenas de la vida real, la gran contribución de Georges Méliès fue pensar que si se podían reproducir los paisajes, los objetos, las personas que nos rodean, también se podía representar aquello que imaginamos.





















Así, Méliès hará unos films con los primeros efectos especiales de la historia del cine: apariciones y desapariciones por parada de cámara, las sobreimpresiones, la marcha atrás, utiliza maquetas, decorados, colorea a mano fotograma a fotograma,...





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